El viaje fue movidito, lo pasamos muy bien, pero hubo un par de momentos en los que nos vimos con el agua al cuello.
Como os decía llegaron el Miércoles de la semana pasada a Helsinki. Fui a recogerles allí. Nada más llegar nos fuimos a uno de los puertos de Helsinki a coger un ferry hacia Tallín (Estonia). Sí, mi tercera vez en Tallín, y creo que la última. Mi hermano quería ver la ciudad y la verdad que como ya he comentado en el blog la ciudad es muy bonita. Además es económica, por 100 euros la noche, nos cogimos un apartamento para los 5, de lujo, en pleno centro, con piano y jacuzzi incluídos.
Fuimos en un ferry llamado Galaxy, un ferry muy nuevo y enorme. Yo ya había ido en este ferry las otras veces. Este barco impresiona, nueve pisos con perfumerías, restaurantes, discotecas etc.
Cuando llegamos a Estonia nos surgió un problema muy gordo. Allí hay control de pasaportes porque Estonia no es zona Schengen. Uno/a de los miembros de la familia, al que a partir de ahora llamaré señor X, vino sin pasaporte y con el DNI caducado. No es problema venir sin pasaporte porque Estonia es parte de la Unión Europea y el DNI es suficiente, pero es conveniente traer un DNI en vigor.
Cuando el señor X llegó al control de pasaportes, la chica que estaba allí lo detectó enseguida. Inmediatamente llamó a su supervisor. Yo que iba el último, me quedé con el señor X, y el resto de la familia pasó el control. Al rato vino el jefe de la policía del puerto de Tallín, vestido como de militar y con "galones" en los hombros. El tío daba miedo, nos dijo que el señor X no podía pasar, tenía que volver a Finlandia inmediatamente porque ese documento no era válido. Al menos el policía hablaba inglés, ya os contaré luego por qué.
Intenté convencerle, pero era imposible. No se le movía una ceja, lo único que decía era "you must go back now", "your passport is not valid any more". A todo esto había una chica esperándonos en el aparcamineto del puerto de Tallín, para darnos las llaves del apartamento y para llevarnos hasta él.
Le dijimos al policía que queríamos hablar con la embajada. Mientras el tipo con cara de pocos amigos se fue a buscar el télefono de la embajada, yo crucé el control de pasaportes para decirle a Regina (la chica que nos iba a dar las llaves del apartamento y que nos iba a llevar a él) que nos esperara un poco, que nos había surgido un problema. Cuando hablé con ella, me llevé la grata sorpresa de que hablaba español...
Alberto: "Hi, I'm Alberto, nice to..."
Regina: "hola...sí...español...si, si, español...hola...que tal...yo costa del ol..sí...tengo una casa...
mi hijo gusta España mucho....si amigos...muchos....pero aquí ahora".
Alberto: "Tenemos un problema con el pasaporte del señor X, ¿puedes esperar unos minutos?
Regina: "necesita ayuda??...no...vale..pues esperamos...sí...esperar...si...si...esperamos...vale...
entonces.....terrorista??....vale...esperamos....si...a esperar".
Alberto: "Vale Regina gracias, ahora mismo volvemos".
Entonces volví rápidamente al control de pasaportes. El hombre con pocos amigos (el policía) seguía diciendo que no podía pasar. Que había que volver a Finlandia. A todo esto, eran las 22:00 horas y no había ya ningún ferry de vuelta a la civilización. Se lo dijimos al policía y nos dijo que el Galaxy (el ferry en el que habíamos venido), se quedaba en puerto toda la noche, y que el señor X tenía que dormir allí.
Finalmente el policía nos dio el teléfono de nuestra embajada en Tallín. Hablamos con ellos, los de la embajada hablaron con el policía a través de nuestro teléfono móvil, pero nada. El señor de la embajada nos recomendó que durmiéramos en el barco y nos dijo que al día siguiente iría una persona de la embajada a ayudarnos.
Yo me quedé durmiendo con el señor X en el barco y el resto de la familia se fue con Regina al apartamento que teníamos alquilado. Menos mal que Regina hablaba español...
El señor X y yo nos llevamos una grata sorpresa al llegar, custodiados por el policía que tiene pocos amigos, al barco. Había mucha gente que se quedaba a dormir a bordo. Yo no lo sabía, creía que íbamos a ser los únicos. Además la discoteca estaba abierta. Allí nos bebimos unos cubatines viendo bailar a los lugareños, con su ritmo electrificante o mejor dicho su a-ritmo. Se bailaron hasta La Camisa Negra e incluso intentaron también hacer algo con La Macarena.
A la mañana siguiente el señor X y yo nos levantamos pronto y llamamos inmediatamente a la embajada. Nos dijeron que irían a socorrernos pero que necesitaban una foto para hacer un salvoconducto (una especie de pasaporte temporal), con el que poder entrar a Estonia. Tras ver que el fotógrafo del barco se había ido ya y que sólo hacía, según la chica de la recepción del barco, "bonitas fotos tamaño folio, no de tamaño carnet". Les dijimos a los de la embajada que no teníamos ninguna foto, y que era imposible hacerse allí una. Así que nos dijeron que les mándaramos por fax el DNI, al menos necesitaban este documento.
Después de tres intentos sin suerte desde el fax del barco fuimos al fax de la aduana. Allí esta vez no estaba el policía con pocos amigos, y le eche de menos, porque allí esta vez no hablaba nadie inglés. En este momento temí no salir nunca de aquel puerto. ¿Habeis visto la película "The Terminal"?, bueno pues si la habeis visto, ya sabeis como nos sentíamos.
No podíamos pasar el control de pasaportes y tampoco podíamos mandar el fax que necesitaban los de la embajada. Había una mujer sentada en una mesita, que se supone que era la encargada de resolver los problemas en el control de pasaportes, pero no nos dejaba acercarnos a ella. Decía que nos alejáramos, que no quería vernos. Creo que no entendía lo que queríamos decirle.
En este momento llamamos a la embajada de nuevo, y muy seriamente les dije que vinieran inmediatamente, que no podíamos seguir más tiempo allí. Los de la embajada me pasaron con un traductor de estonio, por el teléfono móvil. Conseguí acercarme a la señora loca y que se pusiera al teléfono. El traductor le dijo que lo único que queríamos era mandar un fax y por qué motivo lo necesitábamos. La señora loca por fin entró en razón y se fue con el DNI del señor X, para mandarlo por fax a la embajada.
Al cabo de una hora y media, vino un señor de nuestra embajada con una traductora a recogernos. Allí delante de nosotros hablando con el jefe de la policía del puerto, esta vez no era el señor con pocos amigos, había otro. Después de una curiosa conversación: Señor de la embajada en español - traductora a estonio - jefe de policía en estonio - traductora a español - señor de la embajada en español... por fin..., nos dejaron pasar.
Después de pasar el control de pasaportes, nos encontramos con el resto de la familia en la ciudad vieja de Tallín, a media mañana. Por allí seguimos juntos viendo felizmente la ciudad ese día y el siguiente.
Al día siguiente procedimos a ir al puerto de Tallín a coger un ferry rápido hacia Helsinki, allí cogeríamos un crucero que dura toda la noche, hacia Estocolmo (Suecia).
Más problemas surgieron entonces. Nos confundimos de terminal en el puerto, por culpa de un papel erróneo que tenía mi hermano. Íbamos con el tiempo muy justo, así que aunque eran apenas 300 metros entre una terminal y otra, decidimos ir en taxi con el equipaje mi prima, mi madre y yo, y mi hermano y mi primo corriendo.
Al llegar a la otra terminal e ir a pagar el taxi, me di cuenta que el taxista me estaba intentando timar, como de costumbre, como la última vez que estuve en Tallín. Estaba super nervioso porque perdíamos el ferry a Helsinki, lo que conllevaba perder también el crucero nocturno de Helsinki a Estocolmo y con ello el hotel en Estocolomo, todo ya pagado.
Cuando le dije que me estaba cobrando 5 veces lo debido, lo sabía porque era mi tercera vez en Tallín y he cogido varios taxis ya, se cabreó muchísimo y me dijo que pagara. Y yo pagué, maldita sea.
Es su forma de amedentrar a los turistas, te gritan un poquito en su lengua. Si les dices que no pagas, te dicen que llaman a la policía, como la otra vez. Entonces, cuando les dices que vale, se acojonan ellos y te piden menos. Sí, pague las 200 coronas, que son unos 14 euros, por 300 metros de taxi en Tallín. Si le hicieran falta y me los hubiera pedido, se los hubiera dado, pero no soporto que me tomen por tonto.
Ahora comprendo a los japoneses que les quitan las cámaras en la Puerta del Sol de Madrid, o a los que los taxistas de Madrid les cobran más de lo debido cuando les traen del aeropuerto. Es la peor imagen que podemos dar.
Después del percance con el taxista, una vez ya en la terminal adecuada, después de todas las carreras. Nos dice la chica del mostrador que el barco no va a salir. Que hay una tormenta en el mar y que ese tipo de barcos rápidos pequeños no puede salir a la mar con esa tormenta. La desesperación se adueñó de todos nosotros, porque esto suponía perder también el crucero nocturno a Estocolmo y el hotel de Estocolmo.
Tras unos segundos de desolación, fuimos a preguntar a la chica de información que había allí en el puerto. Después de estar un rato hablando con ella, después de decirnos que era imposible llegar a Helsinki a la hora que le decíamos que debíamos llegar, no sé cómo surgió la idea de ir de Tallín a Estocolmo directamente sin pasar por Helsinki. La chica de información nos dijo que sí era posible, que salía un crucero de esos que dura toda la noche (como el que íbamos a coger en Helsinki) para Estocolmo en 2 horas.
Ese crucero nos salvó la vida, además había plazas libres. Perdimos el ferry rápido a Helsinki y el crucero de Helsinki a Estocolmo, pero esperamos recuperar el dinero del primero, obviamente porque no salió. Y lo más importante, pudimos llegar a Estocolmo al día siguiente, cuando teníamos el hotel.
La verdad que hubiera sido mucho mejor haber planeado desde un principio, ir de Tallín a Estocolmo directamente sin pasar por Helsinki, pero creíamos que no había ese tipo de crucero.
El crucero de Tallín a Estocolmo fue movidito. Como os he dicho, había tormenta en el mar Báltico, los cruceros grandes pueden navegar, pero se van moviendo mucho. Madre mía, por allí todo el mundo vomitando, hasta la gente que trabaja en el propio barco. Lo que quiere decir que no era normal, eso se movía demasiado, había una tormenta muy fuerte. Yo me maree un poco, no cené por si acaso. Me fui a dormir al camarote, y me costó dormirme con el traqueteo, pero al final pude.
Bueno se me olvidaba contaros algo. Pasó algo muy gracioso con el tema de los camarotes. Cuando compramos los billetes en Tallín, nos dijeron que nos daban un camarote para dormir 4 personas y otro para que durmiera la otra persona.
Mi hermano muy eufórico, dijo que él dormía sólo, y que nosotros teníamos que dormir en el otro. Puesto que según los billetes, a él le correspondía el camarote individual. Pues nada, a mi me daba igual. Lo gracioso fue cuando a los 2 minutos de estar en el camarote "individual", llegaron 2 lituanos bastante grandes a hacerle compañía... Resulta que los camarotes son de 4 y si no pagas todas las camas, en realidad sólo tienes derecho a una. Para mí es totalmente incomprensible que la chica de la compañía, al comprar los billetes, no nos dijera nada al respecto. Quizá ella lo daba por supuesto, pero desde luego eso no es muy normal, debería de haberlo avisado.
Después de reirnos cariñosamente pero infinitamente de él, fuimos a coger otro camarote. Hablé con los lituanos, parecían majos, pero mi hermano no quería dormir con ellos...que le vamos a hacer. Por cierto, los lituanos se tiraron luego gran parte de la noche jugando al black jack y al la ruleta en el barco, vaya tíos.
Por fin a la mañana siguiente llegamos a Estocolmo. La entrada por esos fiordos fue preciosa, un par de horas o más navegando entre ellos, adentrándonos a tierra por esas lenguas de mar. Todo lleno de bosques, con algunas casitas de fin de semana (o no) perdidas entre los arboles, cada una con su propio embarcadero y su barquita preparada.
Todo lo que pueda decir sobre Estocolmo será poco, me falta vocabulario para intentar explicar como es Estocolmo, de verdad. La ciudad es preciosa, todo esta muy bien cuidado y todo es muy bonito. Son creo que 14 islas conectadas por puentes, con muchos canales. Un estilo a Venecia, pero más señorial y mucho más bonito. Creedme, que yo he estado en Venecia.
Cogimos un barquito que nos llevó por los canales de Estocolmo, explicándonos todo a través de unos auriculares en la lengua mater, fue precioso.
Mención aparte de la gente. La gente es super guapa, super alta, super rubia, super bien vestida...tanto hombres como mujeres. Pero en lo que más me fijé yo fue...yes el mito sueco es cierto y esta en Estocolmo. Las suecas son muy guapas, tienen un pelo y unos ojos preciosos y una piel muy tersa, parece que el frío les viene muy bien. Conviene echarles un vistazo aunque sólo sea para ver lo guapo que puede llegar a ser un ser humano (vaya frase me ha salido...).
Tallín es bonito, pero no tiene nada que ver con Estocolmo, necesita una mano de pintura. Tallín es el Gran Casino de Madrid y Estocolmo es el Gran Casino de Mónaco. Tallín es Ismael Serrano y Estocolmo es Joaquín Sabina, Tallín es Moratalaz y Estocolmo es el Barrio de Salamanca (y yo vivo en Moratalaz que conste). Además con todos los problemas que tuvimos en Tallín, aunque la ciudad es bonita, diría que el infierno y el cielo estan a sólo un paso (o a una noche en barco).
Después de estar un par de días, disfrutando en grande de la bella ciudad de Estocolmo, nos dirigimos de nuevo en un crucero nocturno a Helsinki. Llegamos a Helsinki a eso de las 10 de la mañana.
En Helsinki estuvimos muy poco tiempo porque el avión de vuelta a Madrid salía a eso de las 5 de la tarde. Simplemente dimos una vuelta por el centro, por las zonas más importantes, que yo ya conozco bien. Estaba lloviendo y hacía un frío importante, no como en Estocolmo, que aunque un poco frío, el tiempo fue soleado.
Después de comer, separamos nuestros caminos. Dejé a mi familia esperando al autobús que lleva al aeropuerto, al lado de la estación de tren. Y yo cogí un tren, en esa misma estación, hacia "casa" (Lappeenranta).
Al llegar a Lappeenranta, ésta me recibió con la primera nevada de la temporada y -5ºC, pero eso se merece un post aparte.
Fue un viaje inolvidable, no cabe duda. Le doy las gracias desde aquí a mis primos por haber venido. A mi hermano y a mi madre...no les digo nada porque era casi su obligación...
Aquí os dejo unas fotos...Un abrazo para todos.
1.- Mi prima Olga, mi primo Alfonso, mi hermano Sergio y mi madre en
Tallín (Estonia) (de izq a dcha).

2.- Vista panorámica desde un mirador de Estocolmo (Suecia).

3.- Vista panorámica de Estocolmo.

4.- Porque madre no hay más que una. Estocolmo.

5.- Mi hermano Sergio en Estocolmo. Ahí justamente desemboca un río en el mar. La parte que se ve es río, y luego esta el mar. Pero no se distingue, son como canales y no sabes que es mar y que es río.

6.- Happy Family en Estocolmo.

3 comments:
Falta el patriarca de la familia peluco!!
Nos vemos pronto. Un besito
Parece que estas pasando genial! Escribeme cuando tengas tiempo! Creo que es tu turno! :) Espero que todo te vaya muy bien!
Megan
Este viaje ha sido formidable , lo hemos pasado muy bien , lo del señor X al final , afortunadamente queda como un recuerdo anecdótico.
PD el señor X vive más cerca de Toledo que de Madrid.
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