Tuesday, October 31, 2006

Segunda visita: El infierno y el cielo estan a sólo un paso

Como comentaba en el post anterior el pasado Miércoles fui a recoger a mi familia a Helsinki. Vinieron a verme mi madre, mi hermano, mi prima Olga y mi primo Alfonso. Mi padre no pudo venir porque le da miedo montar en avión y la verdad venir en coche aquí desde España...aunque posible, creo que es una locura. Sería una semana en coche o algo así, según Google Maps unos 4000 km, llevando el coche en dos barcos por el mar Báltico.

El viaje fue movidito, lo pasamos muy bien, pero hubo un par de momentos en los que nos vimos con el agua al cuello.

Como os decía llegaron el Miércoles de la semana pasada a Helsinki. Fui a recogerles allí. Nada más llegar nos fuimos a uno de los puertos de Helsinki a coger un ferry hacia Tallín (Estonia). Sí, mi tercera vez en Tallín, y creo que la última. Mi hermano quería ver la ciudad y la verdad que como ya he comentado en el blog la ciudad es muy bonita. Además es económica, por 100 euros la noche, nos cogimos un apartamento para los 5, de lujo, en pleno centro, con piano y jacuzzi incluídos.

Fuimos en un ferry llamado Galaxy, un ferry muy nuevo y enorme. Yo ya había ido en este ferry las otras veces. Este barco impresiona, nueve pisos con perfumerías, restaurantes, discotecas etc.

Cuando llegamos a Estonia nos surgió un problema muy gordo. Allí hay control de pasaportes porque Estonia no es zona Schengen. Uno/a de los miembros de la familia, al que a partir de ahora llamaré señor X, vino sin pasaporte y con el DNI caducado. No es problema venir sin pasaporte porque Estonia es parte de la Unión Europea y el DNI es suficiente, pero es conveniente traer un DNI en vigor.

Cuando el señor X llegó al control de pasaportes, la chica que estaba allí lo detectó enseguida. Inmediatamente llamó a su supervisor. Yo que iba el último, me quedé con el señor X, y el resto de la familia pasó el control. Al rato vino el jefe de la policía del puerto de Tallín, vestido como de militar y con "galones" en los hombros. El tío daba miedo, nos dijo que el señor X no podía pasar, tenía que volver a Finlandia inmediatamente porque ese documento no era válido. Al menos el policía hablaba inglés, ya os contaré luego por qué.

Intenté convencerle, pero era imposible. No se le movía una ceja, lo único que decía era "you must go back now", "your passport is not valid any more". A todo esto había una chica esperándonos en el aparcamineto del puerto de Tallín, para darnos las llaves del apartamento y para llevarnos hasta él.

Le dijimos al policía que queríamos hablar con la embajada. Mientras el tipo con cara de pocos amigos se fue a buscar el télefono de la embajada, yo crucé el control de pasaportes para decirle a Regina (la chica que nos iba a dar las llaves del apartamento y que nos iba a llevar a él) que nos esperara un poco, que nos había surgido un problema. Cuando hablé con ella, me llevé la grata sorpresa de que hablaba español...

Alberto: "Hi, I'm Alberto, nice to..."

Regina: "hola...sí...español...si, si, español...hola...que tal...yo costa del ol..sí...tengo una casa...
mi hijo gusta España mucho....si amigos...muchos....pero aquí ahora".

Alberto: "Tenemos un problema con el pasaporte del señor X, ¿puedes esperar unos minutos?

Regina: "necesita ayuda??...no...vale..pues esperamos...sí...esperar...si...si...esperamos...vale...
entonces.....terrorista??....vale...esperamos....si...a esperar".

Alberto: "Vale Regina gracias, ahora mismo volvemos".

Entonces volví rápidamente al control de pasaportes. El hombre con pocos amigos (el policía) seguía diciendo que no podía pasar. Que había que volver a Finlandia. A todo esto, eran las 22:00 horas y no había ya ningún ferry de vuelta a la civilización. Se lo dijimos al policía y nos dijo que el Galaxy (el ferry en el que habíamos venido), se quedaba en puerto toda la noche, y que el señor X tenía que dormir allí.

Finalmente el policía nos dio el teléfono de nuestra embajada en Tallín. Hablamos con ellos, los de la embajada hablaron con el policía a través de nuestro teléfono móvil, pero nada. El señor de la embajada nos recomendó que durmiéramos en el barco y nos dijo que al día siguiente iría una persona de la embajada a ayudarnos.

Yo me quedé durmiendo con el señor X en el barco y el resto de la familia se fue con Regina al apartamento que teníamos alquilado. Menos mal que Regina hablaba español...

El señor X y yo nos llevamos una grata sorpresa al llegar, custodiados por el policía que tiene pocos amigos, al barco. Había mucha gente que se quedaba a dormir a bordo. Yo no lo sabía, creía que íbamos a ser los únicos. Además la discoteca estaba abierta. Allí nos bebimos unos cubatines viendo bailar a los lugareños, con su ritmo electrificante o mejor dicho su a-ritmo. Se bailaron hasta La Camisa Negra e incluso intentaron también hacer algo con La Macarena.

A la mañana siguiente el señor X y yo nos levantamos pronto y llamamos inmediatamente a la embajada. Nos dijeron que irían a socorrernos pero que necesitaban una foto para hacer un salvoconducto (una especie de pasaporte temporal), con el que poder entrar a Estonia. Tras ver que el fotógrafo del barco se había ido ya y que sólo hacía, según la chica de la recepción del barco, "bonitas fotos tamaño folio, no de tamaño carnet". Les dijimos a los de la embajada que no teníamos ninguna foto, y que era imposible hacerse allí una. Así que nos dijeron que les mándaramos por fax el DNI, al menos necesitaban este documento.

Después de tres intentos sin suerte desde el fax del barco fuimos al fax de la aduana. Allí esta vez no estaba el policía con pocos amigos, y le eche de menos, porque allí esta vez no hablaba nadie inglés. En este momento temí no salir nunca de aquel puerto. ¿Habeis visto la película "The Terminal"?, bueno pues si la habeis visto, ya sabeis como nos sentíamos.

No podíamos pasar el control de pasaportes y tampoco podíamos mandar el fax que necesitaban los de la embajada. Había una mujer sentada en una mesita, que se supone que era la encargada de resolver los problemas en el control de pasaportes, pero no nos dejaba acercarnos a ella. Decía que nos alejáramos, que no quería vernos. Creo que no entendía lo que queríamos decirle.

En este momento llamamos a la embajada de nuevo, y muy seriamente les dije que vinieran inmediatamente, que no podíamos seguir más tiempo allí. Los de la embajada me pasaron con un traductor de estonio, por el teléfono móvil. Conseguí acercarme a la señora loca y que se pusiera al teléfono. El traductor le dijo que lo único que queríamos era mandar un fax y por qué motivo lo necesitábamos. La señora loca por fin entró en razón y se fue con el DNI del señor X, para mandarlo por fax a la embajada.

Al cabo de una hora y media, vino un señor de nuestra embajada con una traductora a recogernos. Allí delante de nosotros hablando con el jefe de la policía del puerto, esta vez no era el señor con pocos amigos, había otro. Después de una curiosa conversación: Señor de la embajada en español - traductora a estonio - jefe de policía en estonio - traductora a español - señor de la embajada en español... por fin..., nos dejaron pasar.

Después de pasar el control de pasaportes, nos encontramos con el resto de la familia en la ciudad vieja de Tallín, a media mañana. Por allí seguimos juntos viendo felizmente la ciudad ese día y el siguiente.

Al día siguiente procedimos a ir al puerto de Tallín a coger un ferry rápido hacia Helsinki, allí cogeríamos un crucero que dura toda la noche, hacia Estocolmo (Suecia).

Más problemas surgieron entonces. Nos confundimos de terminal en el puerto, por culpa de un papel erróneo que tenía mi hermano. Íbamos con el tiempo muy justo, así que aunque eran apenas 300 metros entre una terminal y otra, decidimos ir en taxi con el equipaje mi prima, mi madre y yo, y mi hermano y mi primo corriendo.

Al llegar a la otra terminal e ir a pagar el taxi, me di cuenta que el taxista me estaba intentando timar, como de costumbre, como la última vez que estuve en Tallín. Estaba super nervioso porque perdíamos el ferry a Helsinki, lo que conllevaba perder también el crucero nocturno de Helsinki a Estocolmo y con ello el hotel en Estocolomo, todo ya pagado.

Cuando le dije que me estaba cobrando 5 veces lo debido, lo sabía porque era mi tercera vez en Tallín y he cogido varios taxis ya, se cabreó muchísimo y me dijo que pagara. Y yo pagué, maldita sea.

Es su forma de amedentrar a los turistas, te gritan un poquito en su lengua. Si les dices que no pagas, te dicen que llaman a la policía, como la otra vez. Entonces, cuando les dices que vale, se acojonan ellos y te piden menos. Sí, pague las 200 coronas, que son unos 14 euros, por 300 metros de taxi en Tallín. Si le hicieran falta y me los hubiera pedido, se los hubiera dado, pero no soporto que me tomen por tonto.

Ahora comprendo a los japoneses que les quitan las cámaras en la Puerta del Sol de Madrid, o a los que los taxistas de Madrid les cobran más de lo debido cuando les traen del aeropuerto. Es la peor imagen que podemos dar.

Después del percance con el taxista, una vez ya en la terminal adecuada, después de todas las carreras. Nos dice la chica del mostrador que el barco no va a salir. Que hay una tormenta en el mar y que ese tipo de barcos rápidos pequeños no puede salir a la mar con esa tormenta. La desesperación se adueñó de todos nosotros, porque esto suponía perder también el crucero nocturno a Estocolmo y el hotel de Estocolmo.

Tras unos segundos de desolación, fuimos a preguntar a la chica de información que había allí en el puerto. Después de estar un rato hablando con ella, después de decirnos que era imposible llegar a Helsinki a la hora que le decíamos que debíamos llegar, no sé cómo surgió la idea de ir de Tallín a Estocolmo directamente sin pasar por Helsinki. La chica de información nos dijo que sí era posible, que salía un crucero de esos que dura toda la noche (como el que íbamos a coger en Helsinki) para Estocolmo en 2 horas.

Ese crucero nos salvó la vida, además había plazas libres. Perdimos el ferry rápido a Helsinki y el crucero de Helsinki a Estocolmo, pero esperamos recuperar el dinero del primero, obviamente porque no salió. Y lo más importante, pudimos llegar a Estocolmo al día siguiente, cuando teníamos el hotel.

La verdad que hubiera sido mucho mejor haber planeado desde un principio, ir de Tallín a Estocolmo directamente sin pasar por Helsinki, pero creíamos que no había ese tipo de crucero.

El crucero de Tallín a Estocolmo fue movidito. Como os he dicho, había tormenta en el mar Báltico, los cruceros grandes pueden navegar, pero se van moviendo mucho. Madre mía, por allí todo el mundo vomitando, hasta la gente que trabaja en el propio barco. Lo que quiere decir que no era normal, eso se movía demasiado, había una tormenta muy fuerte. Yo me maree un poco, no cené por si acaso. Me fui a dormir al camarote, y me costó dormirme con el traqueteo, pero al final pude.

Bueno se me olvidaba contaros algo. Pasó algo muy gracioso con el tema de los camarotes. Cuando compramos los billetes en Tallín, nos dijeron que nos daban un camarote para dormir 4 personas y otro para que durmiera la otra persona.

Mi hermano muy eufórico, dijo que él dormía sólo, y que nosotros teníamos que dormir en el otro. Puesto que según los billetes, a él le correspondía el camarote individual. Pues nada, a mi me daba igual. Lo gracioso fue cuando a los 2 minutos de estar en el camarote "individual", llegaron 2 lituanos bastante grandes a hacerle compañía... Resulta que los camarotes son de 4 y si no pagas todas las camas, en realidad sólo tienes derecho a una. Para mí es totalmente incomprensible que la chica de la compañía, al comprar los billetes, no nos dijera nada al respecto. Quizá ella lo daba por supuesto, pero desde luego eso no es muy normal, debería de haberlo avisado.

Después de reirnos cariñosamente pero infinitamente de él, fuimos a coger otro camarote. Hablé con los lituanos, parecían majos, pero mi hermano no quería dormir con ellos...que le vamos a hacer. Por cierto, los lituanos se tiraron luego gran parte de la noche jugando al black jack y al la ruleta en el barco, vaya tíos.

Por fin a la mañana siguiente llegamos a Estocolmo. La entrada por esos fiordos fue preciosa, un par de horas o más navegando entre ellos, adentrándonos a tierra por esas lenguas de mar. Todo lleno de bosques, con algunas casitas de fin de semana (o no) perdidas entre los arboles, cada una con su propio embarcadero y su barquita preparada.

Todo lo que pueda decir sobre Estocolmo será poco, me falta vocabulario para intentar explicar como es Estocolmo, de verdad. La ciudad es preciosa, todo esta muy bien cuidado y todo es muy bonito. Son creo que 14 islas conectadas por puentes, con muchos canales. Un estilo a Venecia, pero más señorial y mucho más bonito. Creedme, que yo he estado en Venecia.

Cogimos un barquito que nos llevó por los canales de Estocolmo, explicándonos todo a través de unos auriculares en la lengua mater, fue precioso.

Mención aparte de la gente. La gente es super guapa, super alta, super rubia, super bien vestida...tanto hombres como mujeres. Pero en lo que más me fijé yo fue...yes el mito sueco es cierto y esta en Estocolmo. Las suecas son muy guapas, tienen un pelo y unos ojos preciosos y una piel muy tersa, parece que el frío les viene muy bien. Conviene echarles un vistazo aunque sólo sea para ver lo guapo que puede llegar a ser un ser humano (vaya frase me ha salido...).

Tallín es bonito, pero no tiene nada que ver con Estocolmo, necesita una mano de pintura. Tallín es el Gran Casino de Madrid y Estocolmo es el Gran Casino de Mónaco. Tallín es Ismael Serrano y Estocolmo es Joaquín Sabina, Tallín es Moratalaz y Estocolmo es el Barrio de Salamanca (y yo vivo en Moratalaz que conste). Además con todos los problemas que tuvimos en Tallín, aunque la ciudad es bonita, diría que el infierno y el cielo estan a sólo un paso (o a una noche en barco).

Después de estar un par de días, disfrutando en grande de la bella ciudad de Estocolmo, nos dirigimos de nuevo en un crucero nocturno a Helsinki. Llegamos a Helsinki a eso de las 10 de la mañana.

En Helsinki estuvimos muy poco tiempo porque el avión de vuelta a Madrid salía a eso de las 5 de la tarde. Simplemente dimos una vuelta por el centro, por las zonas más importantes, que yo ya conozco bien. Estaba lloviendo y hacía un frío importante, no como en Estocolmo, que aunque un poco frío, el tiempo fue soleado.

Después de comer, separamos nuestros caminos. Dejé a mi familia esperando al autobús que lleva al aeropuerto, al lado de la estación de tren. Y yo cogí un tren, en esa misma estación, hacia "casa" (Lappeenranta).

Al llegar a Lappeenranta, ésta me recibió con la primera nevada de la temporada y -5ºC, pero eso se merece un post aparte.

Fue un viaje inolvidable, no cabe duda. Le doy las gracias desde aquí a mis primos por haber venido. A mi hermano y a mi madre...no les digo nada porque era casi su obligación...

Aquí os dejo unas fotos...Un abrazo para todos.

1.- Mi prima Olga, mi primo Alfonso, mi hermano Sergio y mi madre en
Tallín (Estonia) (de izq a dcha).


2.- Vista panorámica desde un mirador de Estocolmo (Suecia).


3.- Vista panorámica de Estocolmo.


4.- Porque madre no hay más que una. Estocolmo.



5.- Mi hermano Sergio en Estocolmo. Ahí justamente desemboca un río en el mar. La parte que se ve es río, y luego esta el mar. Pero no se distingue, son como canales y no sabes que es mar y que es río.


6.- Happy Family en Estocolmo.

Wednesday, October 25, 2006

En tren por la estepa finlandesa

Bueno escribiré algo antes de coger el tren y mientras me como esta pizza. En unos minutos salgo para la estación de tren. Me voy a Helsinki, allí voy a recoger a mi familia, que viene a visitarme. Ya contaré en otro post algo sobre el viaje que vamos a hacer.

Estos últimos días han ido bien, pero me he aburrido un poco. No ha habido clase esta semana porque han sido los exámenes de las asignaturas que son sólo del primer periodo (aquí el año académico se divide en 4 periodos). Las tres asignaturas que tengo yo para el primer semestre, son del 1-2 periodo, por tanto mis exámenes serán en Diciembre. Hay gente que ha estado estudiando, otra con sus amigos/familiares que han venido de visita, otros de viaje (como mi socio el coreano) etc. Yo no he tenido nada de esto, así que me he aburrido un poco. Todo cambia hoy con el viaje que voy a hacer.

Debería de haber trabajado en mi proyecto estos días, pero no ha sido así. Mi supervisor esta siempre de viaje o liado haciendo algo. El otro día le fui a ver, para ver que tenía que hacer, y me dijo que investigara en la base de datos que tiene la biblioteca, que buscara artículos que tuvieran que ver con lo que yo voy a hacer. Lo que me dijo y nada es lo mismo. Investigaré algo e iré a verle de nuevo, pero no sé muy bien que quiere que investigue. Tampoco me quiero agobiar, bastante he pasado ya estos años en mi querida Facultad de Informática, además este es mi año de Erasmus...


Me llegan noticias que cada vez entra menos gente en la Facultad, parece que se va corriendo la voz de las torturas múltiples a las que serás sometido allí. Pero todo hay que decirlo, si consigues superarlo lo que venga tiene que ser mejor, siempre hay que buscar la parte positiva.


He dado dos clases de español a un ruso. Vale sí, me he aburrido bastante esta semana. Me dijo que quería aprender español, que si le podía ayudar y bueno como esta semana no he estado muy liado como os he contado, pues le dije que sí. El primer día todo fue bien: pronombres, el abecedario, alguna frase típica etc. El segundo día, empezamos con los números...jode a partir del 20 surgieron algunas dudas. Tuve que comprobar en Internet algunos, porque no sabían como se escribían. Si se escribían en una palabra o en dos. Si lo piensas, nunca escribes números en español, bueno supongo que cuando haces un cheque o algo así, pero en mi caso nunca.


Ahora estoy en el tren camino de Helsinki. Sí, mi portatil siempre va conmigo, es mi fiel aliado en la estepa finlandesa. Voy en el tren y vamos pasando a los coches que van por la carretera...no como en España que es al revés. Los finlandeses ven una señal de prohibido ir a 90 y van a 85, por si acaso...aquí no hay esos típicos montículos en las calles en zonas urbanas para que vayas despacio. La gente va a la velocidad adecuada y no es necesario poner obstáculos e ir dando saltos.


Aquí en el tren todos los finlandeses van mirando "pa alante". La mayoría van leyendo o mirando hacia delante, no van charlando entre ellos. En la cafetería de la universidad pasa lo mismo, no hay casi alboroto, a diferencia de la de mi Facultad, donde tienes que gritar para poder oirte. Se come muy tranquilo, es una cosa que me gusta mucho. Como dice un amigo mío de Barcelona que esta aquí también de Erasmus, los finlandeses no vienen a comer aquí, vienen a alimentarse. Es verdad, no se juntan los colegas a comer y a charlar sobre el día. Van llegando y se van sentado a comer. Comen y se van. No esperan a sus amigos. El otro día estaba yo comiendo sólo en una mesa (sí, yo ya me estoy volviendo finlandés, qué pasa... no habeis visto el título del blog?) y se sentó uno conmigo a comer. No me dijo ni hola cuando llegó ni adiós cuando se fue. Se sentó a alimentarse, y después de haber conseguido los nutrientes que necesitaba, se marchó.


Somos muy diferentes. Ni mejores ni peores, sólo diferentes. Esta gente es extremadamente cívica, educada y reservada. Tampoco puedo decir que todos sean reservados, pero en general se puede decir que sí. Llevo aquí dos meses, conozco a gente de muchos países pero casi no conozco a ningún finlandés, quiero decir más alla de hola y adiós. Pero sigo intentando, no me resigno. De hecho, ahora que sé cocinar algo voy a invitar a mi tutor, que es el finlandés que más conozco, a cenar para estrechar lazos.


También hay que decir que a los finlandeses les gusta bastante la bebida, los fines de semana es muy normal ver alguno tambaleándose, intentando llegar a casa. Pero son diferentes a los españoles borrachos, no se pegan entre ellos ni les da por romper el mobiliario urbano. Se ponen a lo mejor un poco pesados y te dicen algo como mucho, pero no hay problema.


Bueno os dejo, que estoy llegando a Helsinki. Intentaré escribir más a menudo y escribir post más cortos, para que sean más fáciles de leer y así los leais en lugar de ver sólo las fotos. Porque esta vez no hay fotos...bye bye


Monday, October 02, 2006

Primera visita

Hola de nuevo...cómo va todo?. Espero que muy bien, tengo entendido que estais leyendo el blog y por tanto teneis noticias mías, pero yo de alguno de vosotros no!. Espero que me escribais o me llameis u os paseis por aquí a verme.

Sigo bien aquí. Aunque la universidad no va tan bien, porque continuo con serios problemas con el idioma y porque estoy un poco vago, desconozco el motivo. Solía ser un poco empollón en Madrid y espero seguir siéndolo aquí, pero de momento me esta costando.

Sí, he recibido ya la primera visita y bien contento que estoy por ello. Creo que he sido el primero del nucleo duro de los estudiantes internacionales, en recibir una visita. Bueno el otro día ví a la madre de un holandés por aquí...pero las madres no cuentan. Vinieron mi primo y mi novia a verme.

El primer día estuvimos en Helsinki, ya había estado varias veces en esta ciudad, pero sólo de paso para coger un tren a Lappeenranta. Fue por tanto la primera vez que realmente la visité.

Helsinki es la capital y la ciudad más poblada de Finlandia, aún así no es muy grande si la comparamos con Madrid, tiene unos 500.000 habitantes. Pero son muchos habitantes teniendo en cuenta que la población de Finlandia es poco más de 5.000.000 de habitantes. La mayor parte de los finlandeses viven en el sur del país, supongo que porque el clima en el norte es demasiado duro. Finalandia es uno de los países de la Unión Europea con una densidad de población menor, como digo son poco más de 5.000.00 de habitantes y el país es bastante grande, tiene unas 3/4 partes la superficie de España.

La ciudad se encuentra al sur del país, a orillas del mar Báltico. Tiene tres importantes puertos, son puertos donde hay muchos barcos de carga, pero también hay ferries que salen hacia Estonia, Suecia, Alemania etc.

En un día vimos lo más importante. La ciudad es bonita, muy moderna y muy cara por qué no decirlo, en un par de sitios nos cobraron 12€ por 3 cafés. La parte que a mí más me gustó fue la plaza del Senado, donde se encuentra la catedral. La catedral es bastante moderna, esta en lo alto de una escalinata, en la que deberían de poner un cuerda para subir porque las escaleras son muy empinadas, eso es peor que subir el Annapurna.

Despues de ver Helsinki, cogimos un ferry hacia Tallín. El fin de semana lo pasamos allí. Yo ya estuve allí, como conté en mi último post y volveré a ir pronto, como ya os contaré. La ciudad realmente merece la pena, así que pensé en llevarles allí. Conozco ya Tallín como la palma de mi mano, si algún día necesitais un guía barato, no dudeis en decirmelo. La única parte de la ciudad que no conocía, pudimos alcanzarla siguiendo a un grupo que iba con un guía. Ya conté algo de Tallín en el último post, la ciudad es muy bonita, pero necesita una mano de pintura, sobre todo alguna de sus iglesias.

Salimos por la noche en Tallín a tomar algo, a una especie de bar-karaoke. A esta gente le encanta el karaoke y la verdad que cantan bien..."aplausiiii". La noche fue bien, hay bastante ambiente hasta altas horas como en España, pero si vas a Tallín y sales por la noche tienes que pasar de borrachos varios que se acercan a decirte algo, si no quieres tener problemas y acabar en la perrera. Sí, las furgonetas de policía llevan una especie de jaula detrás para meterte si eres malo. Si eres extranjero no tienes problemas para entrar a ningún sitio, en algunos sitios te van a cachear, pero en cuanto les dices "sorry" te dejan pasar. Resumiendo el último párrafo: Tallín es precioso, ve si puedes pero no salgas por la noche si no eres un grupo numeroso.

El Domingo por la noche nos cogimos otro ferry hacia Helsinki y de allí un tren hacia "casa", Lappeenranta. Al día siguiente por la tarde fuimos a ver Lappeenranta, por la mañana mis invitados se quedaron descansando en mi casa y yo fui a la universidad a una clase que tenía en la que la asistencia es obligatoria. Lappeenranta no tiene mucho que ver, si no eres estudiante no hay mucho que hacer aquí. Pero a mi me gusta, la ciudad es tranquila, el centro esta bien y lo mejor que tiene es el puerto a orillas del lago Saimaa. Las vistas de este pedazo de lago con bosques alrededor son la leche. Las distancias son cortas aquí, así que menos los meses de Enero y Febrero, puedes ir en bici a todos sitios. En los meses de invierno limpian las calles de nieve dos veces al día, pero aún así hay que ser muy valiente para ir en bici a la universidad, según tengo entendido. Vuelves con las manos congeladas y no puedes meter las llaves en la puerta de casa, todo esto llevando unos guantes normales y otros de nieve encima y suponiendo que no te has caído por el camino con la nieve y la bici.

El Martes por la mañana nos despedimos en la estación de tren de Lappeenranta, donde les dejé para coger un tren hacia Helsinki y allí luego un avión con destino Madrid. Pronto volveremos a vernos y esta vez lo más posible en España el mes que viene, porque es ya mucho tiempo sin ver a mi sobri Marcos, también conocido como Marqui.

La temperatura sigue siendo buena aquí de momento, unos 10-12ºC y lloviendo un día sí otro no, ayer parecía que había llegado el Monzón. Así que no os preocupeis por mi de momento, que no estoy pasando mucho frío. Aunque ya todos los días salgo con la chaqueta de invierno que me regalasteis y con bufanda, porque tengo la garganta un poco chunga.

Ya me despido, en proximos post escribiré algo sobre nuevos viajes que tengo en mente, algo sobre la cultura que tienen aquí, sobre cómo son los finlandeses (hay muchas cosas que contar sobre esto, os lo aseguro), quizá algo en inglés debido a algunas peticiones que estoy recibiendo (errores a mi correo electrónico, gracias) y quizá también si hay tiempo algo sobre mi proyecto, que nunca empieza pero que espero que termine antes de abandonar la estepa finlandesa.

Bye bye, hasta pronto

Ahí os dejo unas fotos...

1.- Helsinki, Plaza del Senado, con la Catedral Luterana al fondo.


2.- Javi y Rebeca en la Plaza del Senado, Helsinki.


3.- Catedral de Uspenski, Helsinki.


4.- Javier y un servidor en uno de los puertos de Helsinki.

5.- Rebeca y Javier. Mirador de Tallín.


6.- Un servidor desde la torre de la iglesia de San Olaf, Tallín (es la torre más alta que se ve en la foto de arriba)



7.- Tres españolitos en Tallín


8.- Lappeenranta city


9.- Puerto de Lappeenranta